viernes, noviembre 25, 2011

CASTING´S THINGS



Ya pasó la semana bonita con 3 grabaciones distintas en 7 días. Disfruté en todas, aunque luego el mono es mayor después de la sobredosis. En realidad, si un día dejara de sentir ese mono habrá llegado la hora de cerrar este blog y abrir otro titulado "Mamá, quiero ser oficinista", o por el estilo.

Hoy toca hablar de nuevo de castings. Aunque no los nombro muchas veces, gracias a  mi representante estoy haciendo unos cuantos al mes, hasta ahora con mala suerte. No es algo que me agobie en exceso, porque en esos castings hay muchos factores ajenos a uno. Varias veces me he quedado en la selección final (valoración que hace el director de casting), pero luego no he dado con el perfil que el cliente busca. Fastidia que no salga al final, pero alivia superar la prueba artística.

Hice uno ayer y me apetece contároslo, por eso, porque va de cosas de castings. Me avisaron el día anterior (por la tarde) para preparar un personaje y hacer el casting al siguiente (por la mañana). No una burrada de texto, pero lo suficiente para tenerme ocupado unas horas (leído de seguido, un minuto hablando, más o menos). Voy al estudio, espero hora y pico, me toca el turno, entro en la sala y me dice la directora de casting... "igual mejor haz el otro personaje, porque das más con el perfil del otro". 

No lo cuento porque me sentara mal, porque no fue así. El otro personaje no tenía casi texto y al leer el guión ya sabía más o menos lo que tenía que hacer. Y además lo encontré lógico por los perfiles de uno y otro personaje, así que la directora de casting hizo bien en ponerme en el otro perfil. Y para mí también creo que fue mejor. Lo malo de preparar un casting donde solo tienes una oportunidad es que te comes el coco en cómo hacerlo, qué entonación darle... y pierdes frescura. Sin embargo, ese cambio de planes consiguió que lo hiciera con más frescura, sin tiempo a reaccionar. Salí contento del casting y creo que hubiera hecho peor el personaje preparado. Si me cogen o no, eso ya es otra historia.

Y hasta aquí la anécdota. Mañana tengo otro casting. Algo de texto, pero poco. Lo he leído un par de veces, pero no voy a cebarme. Hoy lo leo otra vez y a la cama. 

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