BUENO, PUES OS LO CUENTO.
Pues a ver, cómo empiezo. Por el principio.
El martes 22 me llamaron para ir a un casting a Madrid el jueves 24. De primeras dije que sí, pero más bien estaba pensando en que no iba a ir, porque gastarte el tren de ida y vuelta para pasar un casting para un corto en el que no tienes nada seguro... Y me pasé dándole vueltas y más vueltas todo lo que quedaba de martes y parte del miércoles, hasta que a eso del mediodía le dije a mi madre que sí, que me iba a Madrid a pasar el día, de visita relámpago, con el único motivo de ir a un casting.
Justo cuando acabé de decirle eso, va y me suena el móvil. Era de otro sitio (la escuela de cine de Madrid), para darme hora para otro casting que, casualmente, también era ayer jueves. ¡Toma ya!
Y mi peripecia de ayer fue: Despertarme a las 6, coger el tren a las siete, llegar a Madrid a las 11:30, almorzar un poco, ir al primer casting en taxi, pasarlo, coger autobús y metros hasta el sitio del segundo casting, coger metros hasta la estación, comer-merendar algo, coger el tren a las 19:20 y plantarme de nuevo en Pamplona a eso de las 23:00.
¿Resultado? En el primero de los castings ya me dijeron que contaban conmigo y en el segundo, que me lo dirían el lunes. Salí contento de los 2, pero imagino que no me dirán que sí a este último (rodado en cine), porque ya me toca recibir un "no", que aún no me he llevado ninguno.
Vamos, que muy contento. Como unas castañuelas. Ya tengo otro corto para finales de febrero, pero aún no os puedo decir ni título ni de que va exactamente. Os informaré. Perdón por la espera, jeje.